jueves, 9 de marzo de 2017

Pascual "Pascualo" Giorgio

Una vez, siendo yo ya jóven y Pascualo viejito, él tuvo que hacer trámites en Buenos Aires. El todopoderoso Pascualo parecía un pajarito mojado en la gran Buenos Aires. Estuvo tan agradecido por acompañarlo que me regaló esta porta plumas. Había sido confeccionada por su hermano en la carcel en la que, me confesó, estaba preso hace mucho tiempo.