domingo, 6 de mayo de 2012


Mis recuerdos del German Frers en Baradero
         por  Gerardo Bremer ”fideo fino”  (Fino? - quien te a visto y quien te ve)
                                                                          (hoy dia mostacholi)
Mi padre acababa de fallecer hacia solo un par de meses. Abruptamente se corto el sustento de familia y la unica solucion al alcance era el apoyo que brindaba la iglesia a traves del asilo German Frers de Baradero.
Pero para mi significaba no tener mas a mi madre, mi hermano mayor, mi vivienda en la Avda. De Mayo y los lugares en que acostumbrabamos a encontrarnos con mis amigos, para jugar en las plazas del Congreso.
Es decir, olvidar casi todo lo que fue hasta ahora y empezar, ahora yo solo, a organizar mi vida cotidiana en un ambiente completamente nuevo, distinto y desconocido.
Cuando ingrese al asilo en aquel entonces, tenia yo 10 años de edad y estuve desde el 1952 al 1955, es decir cuatro años nada mas. - Y en verdad … que son cuatro años ?
En cambio para mi, en ese momento, ese lapso de tiempo por delante se convertia en una interminable eternidad. Ni se me cruzo por la mente pensar que en verdad eran “tan solo” cuatro años.
Este fue mi caso.  Pero creo que, poco mas o algo menos, todos tuvimos estos sentimientos de incertidumbre al llegar el primer dia al asilo. Mas facil seguro era para los que comenzaban su estadia estando acompañados por un hermano. Habia otros que venian por pocos meses, en que habia problemas pasajeros. Yo recuerdo a un Reginaldo Hornig (Jirafa) -  que estuvo un par de meses mientras operaban a la madre de la vesicula. Una operacion de mucho riesgo para esa epoca. No se si algun ex-alumno lo recuerda. Yo mantuve contacto con el hasta que fallecio por una enfermedad, eso hace ya algunos años.

El tiempo fue desdibujando toda las dudas con que, un poco mas - un poco menos, cada uno de nosotros comenzo su estadia en el asilo. Habia tambien una especie de leyes no escritas, y que al no respetarlas infaliblemente traian consigo consecuencias. Por eso todos las respetabamos. Fueron esas leyes las que nos ayudaron a convivir juntos el dia a dia. Yo sostengo, que en gran parte nos educamos y formamos nosotros mismos. Finalmente, a mi forma de ver, con un exito indiscutible.
La mayoria terminamos siendo muy compañeros entre nosotros. Salvo pocas excepciones en que alguno que otro queria hacerse el gran jefe de la jauria.

Ahora al transcurir los años reconoci que fue una epoca maravillosa con sus correspondientes altibajos. Y siendo honesto conmigo, habia mas altos que bajos.

Con todas las inquietudes que hubo al principio, una vez fuera, termine por recordar con mucho cariño el tiempo que pase en Baradero.


En aquel entonces no existian el “Game Boy” y  ni siquiera teniamos  TV. Pero gracias a nuestra inventiva propia siempre nos divertiamos de lo lindo. Entre otras jugabamos a las figuritas, al dinenti, al balero o a las bolitas. Habia juegos muy ingeniosos como ser: Las carreras con unos autitos de plastico que estaban llenos de tuercas y plomo. Una vez que tenian un buen envion, la inercia de la masa lo hacia rodar por mucho mas tiempo. Los que no tenian autitos de plastico se juntaban y hacian sus propias carreras de ”chapitas”  (coronas de gaseosa). Pero con las mismas reglas de juego.
Eso si, el juego “de reyes” mas importante para muchos era jugar al “fulbo”. Esto se jugaba sin “orsai” pero pobre de vos si hacias “jans” cerca del arco. Un “fau” tenia que ser muy evidente para un tiro libre. (en fin - ni “J” de ingles)

Kissenschlacht - La guerra de los almohadonazos.

Era casi un ritual. Cada verano habia que medir fuerzas entre dos bandos, los chicos del dormitorio grande (de 6 a 11 años de edad) contra los grandes del dormitorio chico (mayores de 12 años). La unica arma de combate consistia en utilizar una almohada amontonada al fondo de su funda y a darse almohadonazos. Con toda la fuerza y brutalidad que podias sacar de tus enclenques musculitos. Boooh - Que desahogo genial!
La que a veces se asombraba era la Frau Frank (costurera) que al dia siguiente tenia que remendar una que otra almohada o funda reventada.

Konfirmanden Unterricht – Clases preparativas para la confirmacion

Todos los que estaban en edad de confirmarse tenian clases de religion una vez por semana. Este curso lo llevaba siempre a cabo el maestro (celador) de turno.
Habia un alumno muy vagoneta entre ellos, que no puedo recordar como se llamaba.
El caso fue de que el maestro para ver si habiamos estudiado le hizo una pregunta un tanto dificil. Una respuesta mas bien profunda y filosofica era aqui necesaria y justo le preguntan a este vagoneta. - Was ist die Bibel? (que es la biblia ?) Ninguno de nosotros sabia muy bien cual seria una respuesta apropiada a semejante pregunta y estabamos recontentos de que la pregunta no nos toco a nosotros. A la pregunta siguio una pausa extremadamente larga….….. El chico veia que el maestro comenzaba a fruncir el ceño, un poco mas con cada segundo que pasaba. Habia que contestar pronto antes de que pasara algo. Asi fue que le contesto Ein dickes Buch! (un libro gordo!) - Hasta el maestro tuvo que reirse por la respuesta.

El mosquito falso

Entre los mayores, 12 a 15 años de edad, solia haber siempre algun experto con ideas muy traviesas y extravagantes. - Sobre las ventanas en los dormitorios, que eran angostas y muy altas, habia una pequeña ventana horizontal basculante cuya finalidad era ventilar el aire a la altura del techo sin provocar por eso una corriente de aire sobre las camas. En cierta ocacion ataron a esta ventanita una botella (vidrio transparente), boca abajo, llena de agua y tapada apenitas con un corcho. A ese corcho estaba sujeto un hilo de coser negro y el largo de este estaba perfectamente medido para alcanzar la almohada sobre la cama que estaba debajo de esta ventanita.
Para finalizar la trampa se escondia el hilo, enrollado con grandes lazos, sobre la ventanita basculante. La trampa estaba lista, ahora habia que esperar nada mas a que se haga de noche.
Entre las 22:00 y 23:00 horas aprox. Fue el inventor de la trampa con un palo largo y dejo caer el hilo. Este quedo justo sobre la mejilla del que estaba durmiendo en la cama. No transcurrio mucho tiempo - el durmiente se dio un sopapo pensando de que era un mosquito y al ratito otro mas, pero alli se dio cuenta de que era un hilo el que lo molestaba. Por curiosidad empezo a tirar de el, con la fatal consecuencia de escuchar un glug-glug-glug de la botella al vaciar su contenido. Aqui se hizo notorio nuestro lenguage estandard para maldicir. Mas bien diria yo que salio a relucir la etica cultural de bocabulario del asilo. Solo se escuchaba gritar la P.… M….que lo pario – hijos de mil P….

El ultimo que se acuesta es un maricon.

Cuando se trataba de jorobar al projimo era notable como todos se entusiasmaban y se ponian rapidamente de acuerdo para preparar trampas.
Cierta vez prepararon una cama como cama turca. Para los que no saben que es, aqui lo explico: La cama turca consistia en plegar la sabana de abajo nuevamente hacia arriba de manera que la frazada quedaba ahora cubierta por la misma sabana  |o =--I     I|  O sea que el espacio dentro de la cama quedaba reducido a la mitad.
A la noche todos trataron de apurarse disimuladamente para estar rapido en la cama - menos el ingenuo que no sabia nada de la trampa y uno de los que que si sabia.
Cuando todos, menos estos dos, estaban acostados, uno grito; “el ultimo que se acuesta es un maricon” - que deshonra! - Hay que apurarse!
Desde luego que el que sabia de la trampa se apuraba justo lo necesario para incentivar al ingenuo. Pero el resultado fue inesperado, incluso para todos los que estabamos presentes.
Cuando el ingenuo se acosto, por supuesto que muy apurado, se escucho un ruidoso KRACKkk. - Se habia metido con tal impetu en la cama que perforo con los pies la sabana en el pliegue que le obstruia el paso. - Todos, inclusive el damnificado, muertos de risa.



Schorsch (el granjero) tambien se las mandaba.

Tengo casi la seguridad de poder afirmar que este es el recuerdo mas gracioso que yo tengo del German Frers.
Cierto dia nos vinieron a “visitar” (controlar en verdad) dos señoras de la sociedad “de alta alcurnia”. Era la forma de vestir y comportarse de estas damas que le daban un toque exotico inusual para el German Frers. Un sombrero de ala grande, guantes blancos de encaje, faldas que alcanzaban a los tobillos y por la forma en que se daban, se veia que tenian mucho “pedrigue”. Habia que ver la cara de los chicos al ver a estos “personajes“.
Las preguntas que hacian (con mucha soberbia) y las cosas que estas damas querian ver a la larga le hicieron dar mucha bronca a Schorsch. En especial luego de inspeccionar su vivienda al fondo y la granja que estaba a su cargo. Lo desconocia, nunca lo vi tan cabrero. Para mi era un Papa-Noel – siempre de buen humor y con una sonrisa en la cara.
Normalmente cuando venian personajes altos de este calibre, era costumbre de buscarlos o bien llevarlos a la estacion de tren. Tarea para el “manejador de sulqui” de turno - uno de ellos fue tambien Federico Ritter (cebo).
El caso es de que Schorsch le dijo al manejador del sulqui, que no se preocupara por la visita y que el personalmente queria hacerles el honor de llevarlas a la estacion para despedirlas como “ellas se merecen”.
De pronto se aparecio Schorsch con el sulqui. Mi asombro fue muy grande al ver que de la traccion se ocupaba la yegua “Pua”. - Para transportes de personalidades, normalmente se ataba al sulqui al caballo “Pibe” por ser muy docil. Ya estaba entradito en años de edad (un abuelito) Otro motivo era que la yegua “Pua” tenia algunas “muy malas costumbres” y justo de estas cualidades queria hacer uso Schorsch.
Y paso lo que ya irremediablemente tenia que suceder. La yegua “Pua” ni bien paso por la habitacion de don Pascual y veia que se diriguia al porton de salida levanto un poco la cola y termino saliendo explicitamente a los pedos (pero no por ser muy rapida) Prrrrr Pr Pr Pr – sin parar hasta el porton de salida. A las caras consternadas de las “alcurnia con pedrigue” les aconsejaba Schorsch, con un tonito paternal de consuelo  “das ist sehr gut gegen Reumatismus” Esto es muy bueno contra el reuma. Que vendeta se mando!

A proposito - habra algun ex-alumno que se pudo enterar el motivo por cual don Pascual se enojaba terriblemente cuando lo llamaban Manolo?    -  Siempre me intrigo esa actitud por ser simplemente un nombre insignificante que no representaba ningun insulto. -  Yo nunca me entere por que se enfurecia con tanto enfasis.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Nuestro amigo Manfredo Bade y su señora Mabel nos visitaron hoy 1º de mayo de 2012 en Hamburgo.
Manfredo Bade fué un compañero mio por varios años en el Asilo Germán Frers de Baradero, dónde estuve de 1952 hasta 1955.
Yo lo ví hoy por primera vez desde nuestro común aprendizaje de matriceros en Orbis (entonces Serrano 1818, Buenos Aires) - ¡55 años!
Gerardo Federico Ritter
De izquierda a derecha: Eggert Hollatz, Blanca Rappold, Mabel y Manfredo Bade, Gilvanice Hollatz, Heriberto y Ernesto Rappold, yo (Gerardo Federico Ritter) y mi compañera Yvonne de Hoog