sábado, 10 de noviembre de 2012
en los años 50
Si, se acuerda bien el “Negro” Ewaldo Kreimann. La Ñata y el Porteño (el último creo que era blanco) eran dos caballos fuertes que se empleaban para trabajos de campo tales como arar la tierra o para tirar la chata (un carro de dos ejes, abierto, solamente con pescante y con una plataforma de carga plana – chata, pues). El Espolino no solamente era el caballo de Don Pascual, nuestro quintero, sino también el “capo” de nuestros caballos. Los “fajaba” a todos. El Pibe era un caballo viejo (en 1954 ya tenía mas de 25 años, creo que 28) y lo usábamos, como también a la Púa, para tirar el sulky con el cual hacíamos las diligencias en el “pueblo” (así llamábamos a Baradero). La Púa dominaba el trote inglés. A veces se ponía a trotar así y el sulky se movía de un lado para el otro. Cuando llegué al asilo en 1952 todavía teníamos otro caballo, la Pancha. Era una yegua ya muy vieja. Siempre iba atada al cogote de la Ñata, para que esta no se haga la loca y salte por encima de las cercas. Un día parece que la Pancha tropezó y la Ñata la arrastró, ahorcándola. Algún tiempo mas tarde nos donaron al Chispo (creo que Pascual le ponía los nombres a los caballos). Un caballo blanco. Fuerte, pero de poco aguante. Terminamos usándolo para el sulky, como a la Púa y al Pibe. Un día, volviendo del "pueblo" - yo era "cochero" (el encargado de hacer las diligencias con el sulky) - el Chispo se espantó unos 400 metros antes del Hogar. Allí había un "puente" (un caño grande de cemento que cruzaba la calle por debajo para dar paso al agua de un antiguo arroyito - mayormente seco por las interferencias ocasionadas por la cultivación del área, afluente del Arrecifes, todavía se distingue en fotos tomadas desde satélites) mas o menos en el límite de los campos de Alasia y de Gentile. El caballo empezó a correr y no pasó SOBRE sino AL LADO del puente por la zanja. Por suerte los declives no eran grandes y el sulky no volcó. Alguien me contó que el Chispo murió joven unos años mas tarde. Parece que tenía un defecto en el corazón.
Gerardo Federico Ritter
viernes, 9 de noviembre de 2012
martes, 30 de octubre de 2012
Escrito por Fritz Ritter (Sebo)
El molino, los grafitis y los milagros.
Nosotros solíamos hacer excursiones. A menudo íbamos al rio Baradero y sus barrancas. A la papelera en la afluencia del rio Arrecifes. O hasta la alcoholera unos kilómetros al sudeste. A veces íbamos al noroeste del asilo a las cercanías del Arrecifes. Había unas lagunas en las cuales pescábamos. En el camino cazábamos pájaros y cuises.
Un día salieron todos de excursión, menos yo. Ya no me acuerdo por que.
Era un lindo día de verano, sin viento. Teníamos un molino de viento para bombear agua. Como el molino estaba parado decidí subir al mismo. No tuve problemas con la altura y gocé la vista que se tenía desde la plataforma debajo del rotor.
Después de unos minutos tuve la idea de escribir mis iniciales (FR por Federico Ritter) con la grasa negra del mecanismo del molino. Puse las siglas en varias aspas.
Bajé y miré satisfecho mi obra, como el perro que olfatea su marca después de haber levantado la pata.
Pocos días mas tarde la sorpresa. Ya no decía mas "FR" sino "ER".
¿Un error tipográfico mio, un milagro? No. Ernesto Rappold se había subido al molino y le había puesto unos palitos mas a las efes ...
El molino, los grafitis y los milagros.
Nosotros solíamos hacer excursiones. A menudo íbamos al rio Baradero y sus barrancas. A la papelera en la afluencia del rio Arrecifes. O hasta la alcoholera unos kilómetros al sudeste. A veces íbamos al noroeste del asilo a las cercanías del Arrecifes. Había unas lagunas en las cuales pescábamos. En el camino cazábamos pájaros y cuises.
Un día salieron todos de excursión, menos yo. Ya no me acuerdo por que.
Era un lindo día de verano, sin viento. Teníamos un molino de viento para bombear agua. Como el molino estaba parado decidí subir al mismo. No tuve problemas con la altura y gocé la vista que se tenía desde la plataforma debajo del rotor.
Después de unos minutos tuve la idea de escribir mis iniciales (FR por Federico Ritter) con la grasa negra del mecanismo del molino. Puse las siglas en varias aspas.
Bajé y miré satisfecho mi obra, como el perro que olfatea su marca después de haber levantado la pata.
Pocos días mas tarde la sorpresa. Ya no decía mas "FR" sino "ER".
¿Un error tipográfico mio, un milagro? No. Ernesto Rappold se había subido al molino y le había puesto unos palitos mas a las efes ...
domingo, 2 de septiembre de 2012
¿Quién se acuerda de Franz Grum? Un húngaro pelirrojo que vino al asilo
en 1953 o 1954. Creo que en Baradero sólo visitó el 6º grado en la
escuela nº 7. Lo llamaban Nyoka (como la heroína de la historieta
“Nyoka, la muchacha de la jungla”), Tal vez porque al principio tenía el
pelo mas largo que los demás y porque se daba un aire deportivo (la
protagonista de la historieta saltaba de árbol en árbol con las lianas
que colgaban de los mismos, igual que Tarzán). En Baradero no te elegías
tu sobrenombre, te lo imponían.
Como me dijo Ernesto Rappold hace unos años, Franz Grum lamentablemente murió, víctima de un accidente de tránsito, al cambiar la rueda de su coche en una ruta en Chile.
Franz era un muchacho inteligente y culto. Por el llegué a conocer la ciencia ficción. Yo solía leer todo lo que me llegaba al alcance de las manos y era uno de los lectores avanzados (ya leía novelas Western - Colección Bisonte Extra - cuando los otros todavía leían historietas ...). Franz me prestaba sus ejemplares de la revista “Mas allá” con artículos de autores como Isaac Asimov y otros.
Muchos años mas tarde leí la siguiente, corta historia (creo que es de Fredric Brown):
"Una nave espacial que explora el universo llega a la tierra. Los hombrecitos verdes aterrizan y un grupo sale e inmediatamente empieza a coleccionar ejemplares de la flora y de la fauna terrestre.
En una plaza encuentran a un borrachín durmiendo en un banco. Lo meten en una jaula y se lo llevan a la nave. Los científicos de a bordo lo examinan y lo catalogan. Entre otras cosas analizan el contenido de su aparato digestivo, para saber de que se alimenta esa especie.
Al final vuelven a su lejano planeta y exponen el fruto de su expedición sideral en museos y otras instituciones.
Al borrachín lo llevaron al zoológico de la capital, en donde vivió feliz hasta el fin de sus días nutriéndose como el día que lo encontraron en el banco".
Gerardo Federico Ritter, Hamburgo
Como me dijo Ernesto Rappold hace unos años, Franz Grum lamentablemente murió, víctima de un accidente de tránsito, al cambiar la rueda de su coche en una ruta en Chile.
Franz era un muchacho inteligente y culto. Por el llegué a conocer la ciencia ficción. Yo solía leer todo lo que me llegaba al alcance de las manos y era uno de los lectores avanzados (ya leía novelas Western - Colección Bisonte Extra - cuando los otros todavía leían historietas ...). Franz me prestaba sus ejemplares de la revista “Mas allá” con artículos de autores como Isaac Asimov y otros.
Muchos años mas tarde leí la siguiente, corta historia (creo que es de Fredric Brown):
"Una nave espacial que explora el universo llega a la tierra. Los hombrecitos verdes aterrizan y un grupo sale e inmediatamente empieza a coleccionar ejemplares de la flora y de la fauna terrestre.
En una plaza encuentran a un borrachín durmiendo en un banco. Lo meten en una jaula y se lo llevan a la nave. Los científicos de a bordo lo examinan y lo catalogan. Entre otras cosas analizan el contenido de su aparato digestivo, para saber de que se alimenta esa especie.
Al final vuelven a su lejano planeta y exponen el fruto de su expedición sideral en museos y otras instituciones.
Al borrachín lo llevaron al zoológico de la capital, en donde vivió feliz hasta el fin de sus días nutriéndose como el día que lo encontraron en el banco".
Gerardo Federico Ritter, Hamburgo
domingo, 6 de mayo de 2012
Mis recuerdos del German Frers en Baradero
por
Gerardo Bremer ”fideo fino” (Fino? - quien te a visto y quien te ve)
(hoy dia mostacholi)
Mi padre acababa
de fallecer hacia solo un par de meses. Abruptamente se corto el sustento de
familia y la unica solucion al alcance era el apoyo que brindaba la iglesia a
traves del asilo German Frers de Baradero.
Pero para mi
significaba no tener mas a mi madre, mi hermano mayor, mi vivienda en la Avda. De Mayo y los lugares en que
acostumbrabamos a encontrarnos con mis amigos, para jugar en las plazas del
Congreso.
Es decir, olvidar
casi todo lo que fue hasta ahora y empezar, ahora yo solo, a organizar mi vida
cotidiana en un ambiente completamente nuevo, distinto y desconocido.
Cuando ingrese al
asilo en aquel entonces, tenia yo 10 años de edad y estuve desde el 1952 al
1955, es decir cuatro años nada mas. - Y en verdad … que son cuatro años ?
En cambio para
mi, en ese momento, ese lapso de tiempo por delante se convertia en una
interminable eternidad. Ni se me cruzo por la mente pensar que en verdad eran “tan
solo” cuatro años.
Este fue mi
caso. Pero creo que, poco mas o algo
menos, todos tuvimos estos sentimientos de incertidumbre al llegar el primer
dia al asilo. Mas facil seguro era para los que comenzaban su estadia estando
acompañados por un hermano. Habia
otros que venian por pocos meses, en que habia problemas pasajeros. Yo recuerdo
a un Reginaldo Hornig (Jirafa) - que
estuvo un par de meses mientras operaban a la madre de la vesicula. Una operacion de mucho riesgo para esa
epoca. No se si algun ex-alumno lo recuerda. Yo mantuve contacto con el hasta
que fallecio por una enfermedad, eso hace ya algunos años.
El tiempo fue
desdibujando toda las dudas con que, un poco mas - un poco menos, cada uno de
nosotros comenzo su estadia en el asilo. Habia tambien una especie de leyes no
escritas, y que al no respetarlas infaliblemente traian consigo consecuencias.
Por eso todos las respetabamos. Fueron esas leyes las que nos ayudaron a convivir juntos el dia a dia. Yo sostengo, que en gran parte nos
educamos y formamos nosotros mismos. Finalmente, a mi forma de ver, con un
exito indiscutible.
La mayoria
terminamos siendo muy compañeros entre nosotros. Salvo pocas excepciones en que
alguno que otro queria hacerse el gran jefe de la jauria.
Ahora al transcurir los años reconoci que fue una epoca maravillosa con sus correspondientes altibajos. Y siendo honesto conmigo, habia mas altos que bajos.
Con todas las inquietudes que hubo al principio, una vez fuera, termine por recordar con mucho cariño el tiempo que pase en Baradero.
En aquel entonces
no existian el “Game Boy” y ni siquiera teniamos TV. Pero gracias a nuestra inventiva propia
siempre nos divertiamos de lo lindo. Entre otras jugabamos a las figuritas, al
dinenti, al balero o a las bolitas. Habia juegos muy ingeniosos como ser: Las
carreras con unos autitos de plastico que estaban llenos de tuercas y plomo.
Una vez que tenian un buen envion, la inercia de la masa lo hacia rodar por
mucho mas tiempo. Los que no
tenian autitos de plastico se juntaban y hacian sus propias carreras de
”chapitas” (coronas de gaseosa). Pero con las mismas reglas de juego.
Eso si, el juego
“de reyes” mas importante para muchos era jugar al “fulbo”.
Esto se jugaba sin “orsai” pero pobre de vos si hacias “jans”
cerca del arco. Un “fau”
tenia que ser muy evidente para un tiro libre. (en fin - ni “J” de ingles)
Kissenschlacht - La guerra de los almohadonazos.
Era casi un
ritual. Cada verano habia que medir fuerzas entre dos bandos, los chicos del
dormitorio grande (de 6 a 11 años de edad) contra los grandes del dormitorio
chico (mayores de 12 años). La unica arma de combate consistia en utilizar una
almohada amontonada al fondo de su funda y a darse almohadonazos. Con toda la fuerza y brutalidad que podias
sacar de tus enclenques musculitos. Boooh - Que desahogo genial!
La que a veces se
asombraba era la Frau Frank (costurera) que al dia siguiente tenia que remendar
una que otra almohada o funda reventada.
Konfirmanden Unterricht – Clases preparativas para la confirmacion
Todos los que
estaban en edad de confirmarse tenian clases de religion una vez por semana. Este curso lo llevaba siempre a cabo el
maestro (celador) de turno.
Habia un alumno
muy vagoneta entre ellos, que no puedo recordar como se llamaba.
El caso fue de
que el maestro para ver si habiamos estudiado le hizo una pregunta un tanto
dificil. Una respuesta mas bien profunda y filosofica era aqui necesaria y
justo le preguntan a este vagoneta. - Was ist die Bibel? (que es la biblia ?) Ninguno de nosotros sabia muy bien cual
seria una respuesta apropiada a semejante pregunta y estabamos recontentos de
que la pregunta no nos toco a nosotros. A la pregunta siguio una pausa
extremadamente larga….….. El chico veia que el maestro comenzaba a fruncir el
ceño, un poco mas con cada segundo que pasaba. Habia que contestar pronto antes
de que pasara algo. Asi fue que le contesto Ein dickes Buch! (un libro
gordo!) - Hasta el maestro tuvo que reirse por la respuesta.
El mosquito falso
Entre los
mayores, 12 a 15 años de edad, solia haber siempre algun experto con ideas muy
traviesas y extravagantes. - Sobre las ventanas en los dormitorios, que eran
angostas y muy altas, habia una pequeña ventana horizontal basculante cuya
finalidad era ventilar el aire a la altura del techo sin provocar por eso una
corriente de aire sobre las camas. En cierta ocacion ataron a esta ventanita
una botella (vidrio transparente), boca abajo, llena de agua y tapada apenitas
con un corcho. A ese corcho estaba sujeto un hilo de coser negro y el largo de
este estaba perfectamente medido para alcanzar la almohada sobre la cama que
estaba debajo de esta ventanita.
Para finalizar la
trampa se escondia el hilo, enrollado con grandes lazos, sobre la ventanita
basculante. La trampa estaba lista, ahora habia que esperar nada mas a que se
haga de noche.
Entre las 22:00 y
23:00 horas aprox. Fue el
inventor de la trampa con un palo largo y dejo caer el hilo. Este quedo justo
sobre la mejilla del que estaba durmiendo en la cama. No transcurrio mucho
tiempo - el durmiente se dio un sopapo pensando de que era un mosquito y al
ratito otro mas, pero alli se dio cuenta de que era un hilo el que lo
molestaba. Por curiosidad empezo a tirar de el, con la fatal consecuencia de
escuchar un glug-glug-glug de la botella al vaciar su contenido. Aqui se hizo
notorio nuestro lenguage estandard para maldicir. Mas bien diria yo que salio a
relucir la etica cultural de bocabulario del asilo. Solo se escuchaba gritar la
P.… M….que lo pario – hijos de mil P….
El ultimo que
se acuesta es un maricon.
Cuando se trataba
de jorobar al projimo era notable como todos se entusiasmaban y se ponian
rapidamente de acuerdo para preparar trampas.
Cierta vez
prepararon una cama como cama turca. Para los que no saben que es, aqui
lo explico: La cama turca consistia en plegar la sabana de abajo nuevamente
hacia arriba de manera que la frazada quedaba ahora cubierta por la misma
sabana |o =--I I| O sea que
el espacio dentro de la cama quedaba reducido a la mitad.
A la noche todos
trataron de apurarse disimuladamente para estar rapido en la cama - menos el
ingenuo que no sabia nada de la trampa y uno de los que que si sabia.
Cuando todos,
menos estos dos, estaban acostados, uno grito; “el ultimo que se acuesta
es un maricon” - que deshonra! - Hay que apurarse!
Desde luego que
el que sabia de la trampa se apuraba justo lo necesario para incentivar al
ingenuo. Pero el resultado fue inesperado, incluso para todos los que estabamos
presentes.
Cuando el ingenuo
se acosto, por supuesto que muy apurado, se escucho un ruidoso KRACKkk. - Se
habia metido con tal impetu en la cama que perforo con los pies la sabana en el
pliegue que le obstruia el paso. - Todos, inclusive el damnificado, muertos de
risa.
Schorsch (el
granjero) tambien se las mandaba.
Tengo casi la
seguridad de poder afirmar que este es el recuerdo mas gracioso que yo tengo
del German Frers.
Cierto dia nos
vinieron a “visitar” (controlar en verdad) dos señoras de la sociedad “de alta
alcurnia”. Era la forma de vestir y comportarse de estas damas que le daban un
toque exotico inusual para el German Frers. Un sombrero de ala grande, guantes blancos de
encaje, faldas que alcanzaban a los tobillos y por la forma en que se daban, se
veia que tenian mucho “pedrigue”. Habia que ver la cara de los chicos al ver a
estos “personajes“.
Las preguntas que
hacian (con mucha soberbia) y las cosas que estas damas querian ver a la larga
le hicieron dar mucha bronca a Schorsch. En especial luego de inspeccionar su vivienda al fondo y la granja que
estaba a su cargo. Lo desconocia, nunca lo vi tan cabrero. Para mi era un
Papa-Noel – siempre de buen humor y con una sonrisa en la cara.
Normalmente
cuando venian personajes altos de este calibre, era costumbre de buscarlos o
bien llevarlos a la estacion de tren. Tarea para el “manejador de sulqui” de
turno - uno de ellos fue tambien Federico Ritter (cebo).
El caso es de que
Schorsch le dijo al manejador del sulqui, que no se preocupara por la visita y
que el personalmente queria hacerles el honor de llevarlas a la estacion para
despedirlas como “ellas se merecen”.

Y paso lo que ya
irremediablemente tenia que suceder. La yegua “Pua” ni bien paso por la
habitacion de don Pascual y veia que se diriguia al porton de salida levanto un
poco la cola y termino saliendo explicitamente a los pedos (pero no por ser muy
rapida) Prrrrr Pr Pr Pr – sin parar hasta el porton de salida. A las caras
consternadas de las “alcurnia con pedrigue” les aconsejaba Schorsch, con
un tonito paternal de consuelo “das
ist sehr gut gegen Reumatismus” Esto es muy bueno contra el reuma. Que
vendeta se mando!
A proposito -
habra algun ex-alumno que se pudo enterar el motivo por cual don Pascual se
enojaba terriblemente cuando lo llamaban Manolo? -
Siempre me intrigo esa actitud por ser simplemente un nombre
insignificante que no representaba ningun insulto. - Yo nunca me entere por que se enfurecia con
tanto enfasis.
miércoles, 2 de mayo de 2012
Nuestro amigo Manfredo Bade y su señora Mabel nos visitaron hoy 1º de mayo de 2012 en Hamburgo.
Manfredo Bade fué un compañero mio por varios años en el Asilo Germán Frers de Baradero, dónde estuve de 1952 hasta 1955.
Yo lo ví hoy por primera vez desde nuestro común aprendizaje de matriceros en Orbis (entonces Serrano 1818, Buenos Aires) - ¡55 años!
Gerardo Federico Ritter
Manfredo Bade fué un compañero mio por varios años en el Asilo Germán Frers de Baradero, dónde estuve de 1952 hasta 1955.
Yo lo ví hoy por primera vez desde nuestro común aprendizaje de matriceros en Orbis (entonces Serrano 1818, Buenos Aires) - ¡55 años!
Gerardo Federico Ritter
lunes, 30 de abril de 2012
En el tanque australiano. Las 2 chicas son Hilde Beidich y Heidi Schwenke (9 años en
aquel entonces) En primer término, con la pelota Wolfram Hagelweide. El cuarto desde la derecha Tibor. Inconfundible el negro Tonchi Hiden. Casi ahogándose, abajo de él, Hans Blass. Asomándose al tanque uno de los hermanitos Müller.
domingo, 29 de abril de 2012
Otros sabrosos comentarios o recuerdos de Joachim Storbeck:
- Nos encantaba subir a los árboles
que había en un lateral de la cancha de futbol y como se entrelazaban sus ramas
pasábamos de un árbol al siguiente, creo recordar que el récord estaba en 5
árboles.
- Nunca me olvidaré del sabor y
textura del polvo blanco que había en una bandeja metálica para limpiarnos los
dientes, parecía polvo limpiador "puloil".
- También tengo muy presente cuando
en una fiesta en el Heim con presencia de padres y ex alumnos, durante una
demostración de un ex en la barra al realizar el ejercicio "la vuelta del
mundo", sus manos se soltaron de la barra y tuvieron que
llevarlo a un hospital.
- El rebelde e inquieto de mi hermano
Peter que siempre perdía sus medias y birrete, y cuando algún celador le llamaba
la atención porque no llevaba medias, él salía corriendo y a los 2 minutos
aparecía con medias de distinto tamaño y color, Holzheimer nunca llegó a
descubrir de donde las robaba. En clase nunca se estaba quieto, siempre
incordiando a sus compañeros, clavándole los lápices en la espalda, robando los
útiles del escritorio de la maestra, levantarse sin permiso para ir al baño,
totalmente distraído durante las clases, etc., etc.
martes, 24 de abril de 2012
En el Asilo teníamos muchas tareas. Un día nos tocaba trabajar en la quinta. Después de limpiar las herramientas Don Pascual nos permitía comer alguna verdura.
Yo disfrutaba los rabanitos y zanahoria. Otro día los frutales. Después de limpiar los utensillos de trabajo al fin de la jornada podíamos elegir lo que nos gustara.
Damasco y ciruela roja como la remolacha. También solíamos trabajar en la lavandería planchando las sábanas que eran muchas. Usábamos una planchadora que se llamaba
Mangel Machin.
Limpiar con palas la cuneta de entrada al Asilo. Esa cuneta desagotaba para el lado del río.
Un día nos tocó reparar el techo del galpón donde teníamos de todo. Cosas para el campo.
Fui cochero. Don Pascual sabía que yo adoraba los caballos. Por éso estaba siempre con ellos durante el trabajo o en mi tiempo libre. Una vez veníamos del pueblo
con el sulky con la señora del Director. Cuando llegamos a la entrada del Asilo, en la subida del portón, se cortó el pancero y las varas del sulky quedaron mirando
al cielo, así como las piernas de la señora..., allí miraron mis ojos... No nos fuimos del todo para atrás porque llevábamos una hoja grande de terciada que nos paró
la caída. La terciada se usaba mucho para las manualidades de los chicos.
Higo Öopik.
Yo disfrutaba los rabanitos y zanahoria. Otro día los frutales. Después de limpiar los utensillos de trabajo al fin de la jornada podíamos elegir lo que nos gustara.
Damasco y ciruela roja como la remolacha. También solíamos trabajar en la lavandería planchando las sábanas que eran muchas. Usábamos una planchadora que se llamaba
Mangel Machin.
Limpiar con palas la cuneta de entrada al Asilo. Esa cuneta desagotaba para el lado del río.
Un día nos tocó reparar el techo del galpón donde teníamos de todo. Cosas para el campo.
Fui cochero. Don Pascual sabía que yo adoraba los caballos. Por éso estaba siempre con ellos durante el trabajo o en mi tiempo libre. Una vez veníamos del pueblo
con el sulky con la señora del Director. Cuando llegamos a la entrada del Asilo, en la subida del portón, se cortó el pancero y las varas del sulky quedaron mirando
al cielo, así como las piernas de la señora..., allí miraron mis ojos... No nos fuimos del todo para atrás porque llevábamos una hoja grande de terciada que nos paró
la caída. La terciada se usaba mucho para las manualidades de los chicos.
Higo Öopik.
domingo, 22 de abril de 2012
viernes, 20 de abril de 2012
Ich habe auch die Spitznamen notiert, für den Fall dass du nur noch diesen kennst.
Das Bild muss etwa Mitte der 80er Jahre gemacht worden sein, bei einem der ersten Ex-Schüler-Treffen die wir dank Germán Falke in Elchingen (bei Ulm) bei Fritz Jabs. Der Fotograf könnte Volker Hanga (Foca) gewesen sein, da das Bild bei ihm in Donauwörth gemacht wurde, er aber nicht auf dem Bild ist.
Ernesto Rappold, Fritz Jabs, Eggert Hollatz, Herbert Rappold und ich könntest du eventuell noch kennen, da sie (ich nur kurz) zusammen mit dir und dein Bruder Folker in Baradero waren. Den Wolfram hast du wahrscheinlich nicht mehr gekannt, er kam wohl nach "deiner" Zeit. Den Volker Hanga hast du wahrscheinlich gekannt. Seine Mutter (die Frau Hanga, die später den Heimlehrer Budenbender geheiratet hat) kam nach dir zusammen mit ihrer Mutter, die Frau Frank. Die Frau Frank kümmerte sich um unsere Wäsche (bügeln, flicken). Sie war die Nachfolgerin der Großmutter (?) von Peter und "Dudi" Hagel, die davor diese Aufgabe hatte. Frau Frank konnte Klavier spielen. Sie spielte das Harmonium in unserer Kapelle und sie gab dem Gerardo Bremer Klavierunterricht. Um die Zeit wo das Bild gemacht wurde spielte sie, schon weit über 80 Jahre alt, immer noch Klavier.
Ich schicke meine Antwort in Kopie auch die anderen, die genannt werden. Eggert Hollatz hat keine E-Mail-Adresse.
Viele Grüße
Fritz Ritter
Das Bild muss etwa Mitte der 80er Jahre gemacht worden sein, bei einem der ersten Ex-Schüler-Treffen die wir dank Germán Falke in Elchingen (bei Ulm) bei Fritz Jabs. Der Fotograf könnte Volker Hanga (Foca) gewesen sein, da das Bild bei ihm in Donauwörth gemacht wurde, er aber nicht auf dem Bild ist.
Ernesto Rappold, Fritz Jabs, Eggert Hollatz, Herbert Rappold und ich könntest du eventuell noch kennen, da sie (ich nur kurz) zusammen mit dir und dein Bruder Folker in Baradero waren. Den Wolfram hast du wahrscheinlich nicht mehr gekannt, er kam wohl nach "deiner" Zeit. Den Volker Hanga hast du wahrscheinlich gekannt. Seine Mutter (die Frau Hanga, die später den Heimlehrer Budenbender geheiratet hat) kam nach dir zusammen mit ihrer Mutter, die Frau Frank. Die Frau Frank kümmerte sich um unsere Wäsche (bügeln, flicken). Sie war die Nachfolgerin der Großmutter (?) von Peter und "Dudi" Hagel, die davor diese Aufgabe hatte. Frau Frank konnte Klavier spielen. Sie spielte das Harmonium in unserer Kapelle und sie gab dem Gerardo Bremer Klavierunterricht. Um die Zeit wo das Bild gemacht wurde spielte sie, schon weit über 80 Jahre alt, immer noch Klavier.
Ich schicke meine Antwort in Kopie auch die anderen, die genannt werden. Eggert Hollatz hat keine E-Mail-Adresse.
Viele Grüße
Fritz Ritter
jueves, 19 de abril de 2012
![]() |
Parados: el cuarto desde la derecha Manfred Bade. El sexto Edgard Hollatz. |
Mas arriba vienen fotos enviadas por:
Resumen:
A finales del 1949 ingresamos al
Asilo Baradero mi hermano Peter Storbeck de 6 año y yo Joachim Storbeck, mi
madre siempre trataba con el Sr. Holzheimer, tengo vagos recuerdos de las
excursiones que realizábamos con el Sr. Vogel para casar cuises con hondas y
pescar en un río cercano, también del peón Sr. Pascual, el tanque australiano
que hacía de pileta, las caminatas al colegio en días de lluvia con los pies
descalzos y todos embarrados, los trocitos de torta de cumpleaños que tocaba a
cada uno (tamaño dado), el taxista que aparcaba enfrente el colegio con sus
amiguitas ......., el sabroso gusto de los tomates recién arrancados de la
quinta, los deberes escolares que realizábamos en la parroquia (al levantar un
lápiz del suelo, resbalé y me partí un diente), las travesuras de mi hermano
Peter, etc.
Lamento no poder mencionar el nombre
de algún compañero, pues no recuerdo ninguno. En Palomar estuve en los Scouts
con Klaus Brünner que también estuvo en Baradero, además dispongo de algunas
cartas de mi madre describiendo las visitas que realizaba al
asilo.
Dejamos el asilo a finales del
1951.
martes, 10 de abril de 2012
Hermanos de la época aprox. 1952-4 aportados por Fritz Ritter (Sebo, Manteca)
Ingo "Eule/lechuza" y Wolfgang "Eule/lechuza" Stork (o Storck)
Alfredo "burro/burrito" y Carlitos "chupa" Kemmling
Joaquín "Spatz chico" y Wolfgang "Spatz grande" Kaucher
Heriberto "sifón" y Ernesto "Upa" (Federico "comadreja" ya no estaba cuando vine yo)
?? y Werner "tiroler Weisskaese" Beidich
Peter "carretilla" y Axel "Schinken" Mnich
"Dudi" y Peter Hagel
Wilko "chino" y Folker "Oma" Simon
Ivar y Raivo Telk (creo que les decían "vela" a ambos)
Klaus (?) y Guenter (o Guenther) Knudsen
Holger y Rainer Schwencke
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