viernes, 13 de octubre de 2017
sábado, 2 de septiembre de 2017
miércoles, 23 de agosto de 2017
miércoles, 16 de agosto de 2017
martes, 8 de agosto de 2017
viernes, 4 de agosto de 2017
Excelente prosa de Alberto Müller
EL ASILO
Mayo de 1957. asistia yo al 5° grado de la escuela primaria.
Mamá trabajaba de cocinera y planchadora en varias casas a
la vez ,para
ganar lo que se pueda, para vivir...
O sea,por horas,de sol a sol; de esta manera no le quedaba
tiempo para
nuestro cuidado.
El viejo hacia ya 4 años que se “habia borrado”.....
Carlitos y yo estabamos viviendo durante la semana en casa
de los
abuelos,los padres de mamá.Los viernes recuerdo,al comenzar
el fin de
semana,saliamos caminando unas 10 cuadras hasta la piecita
que ella
habia alquilado en una especie de conventillo familiar para
pasar el fin
de semana juntos.
En realidad era un anexo hacia la calle que habian
construido para
usarlo como negocio,una especie de tiendita. Una de las
cuatro
paredes era en consecuencia una vidriera de negocio detras
de una
eternamente bajada cortina de chapa. Era todo; cocina común
y baño
al fondo de la casa. Pienso de que esta casa merece un
capitulo
aparte,por sus habitantes,mis vivencias,su barrio.
La cuestion es de que la abuela no podia mas con nosotros
porque se
habia enfermado el abuelo y necesitaba de sus cuidados. De
ahi que
alguien le recomendó a mamá de que nos internara en “el
asilo”. Para
mi ,en ese entonces la palabra “asilo” estaba representada
solo por los
huerfanitos y las abuelitas que generosamente tutoreaba
Patoruzú.
En un atardecer de otoño,mamá y nosotros dos (Carlitos de 6
y yo de
11 años),subimos al tren en la estacion Villa Ballester (que
pasaba
frente a nuestra casa,porque viviamos a 20 metros de las vias)
,para
bajar en Retiro,tomar el subte hasta Diagonal,subir por la
escalera
mecanica que tenia y sigue teniendo en parte, unas garras
poderosas al
final del recorrido,las cuales mamá nos instaba a “saltar”
por
encima,para evitarnos alguna desgracia, y caminar hasta la
calle
Esmeralda al 162,sede de la iglesia del Sinodo Evangelico
Aleman del
Rio de la Plata (titulazo,no?!!). Era una construccion gris
y
modestamente angosta ,en cuyo fondo , al final de un pasillo
con ese
tipico olor a lavandina de las casas del centro, se
encontraba el
despacho del pastor titular , en aquellos años era Friedrich
Kaufmann,
un hombre dedicado a su iglesia y en especial a “sus niños
del
asilo”.Nos recibio un hombre serio,canoso,sentado detras de
un
pesado y oscuro escritorio, a izquierda y derecha anaqueles
rellenos de
libros,al fondo un crucifijo sin corpus y un retrato de
Martin Lutero.
Fue para mi como comparecer ante un juez,con la condena ya
conocida. Pero sin miedo,mas era la curiosidad por lo que
vendria.....
Pero solo hizo algunas pocas preguntas, anotó algunas cosas
y
listo...ya estabamos anotados en el “Asilo German Frers” ,en
la
localidad de Baradero; fecha de incorporacion : 2 de junio
de 1957.
En realidad para mi,la confirmacion de que ibamos a una
nueva
situacion,lejos de lo conocido,de lo habitual,me hacia
sentir un poco
destacado,algo como ir a la Legion Extranjera, un aura de
castigado y
de desafio,un destino al que solo sobreviven los fuertes;
algo así
resultó ser al final....
Ese dia,muy de madrugada,cuando mi barrio todavia dormia su
amanecer invernal, fuimos los tres con sendas valijitas de
cartón
marron, nuevamente a la estacion de Villa Ballester,para
tomar otro
tren,esta vez en direccion opuesta. Arribó bufando y
resoplando un
monstruo negro que echaba vapor y humo; recien existian unas
pocas
maquinas diesel para el recorrido a la provincia.
El tren se puso en marcha y ya despues de José Leon Suarez
se abria
el paisaje chato y suburbano hacia los comienzos del campo
bonaerense; aparecian potreros mas grandes de los que
conocia,bosquecitos de eucaliptos,pantanitos y lagunas.
El tren cruzaba el río “de la mala palabra” y ahi
si,comenzaba el
campo de veras,el que evoco con gran cariño,y el que no
cambiaria
por el mas bello paisaje alpino.
Pienso de que los paisajes vividos de niño, los tomamos en
posesion;
todo lo que viene detras es solo prestado,no nos pertenece.
El trayecto duraba unas dos
horas,Bancalari,Ing.Maschwitz,Campana,Zárate..Baradero
alli descendimos...un pueblo recien despertando en la mañana
del
domingo,un sulky solitario pasando frente a la estacion,un
cielo de
invierno limpido y radiante,el aire del campo dandonos en la
cara.
Tomamos un taxi,pienso que el primero al que subi en mi
vida,para
llegar al asilo que estaba creo a un kilometro y medio del
pueblo, en
realidad era ciudad, pero en el asilo se decia “ir al
pueblo”.
Calle de tierra, con espejitos de escarcha en esa mañana
fria.
La entrada al asilo eran dos pilares con un porton (siempre
abierto) al
cual se entraba cruzando la obligatoria zanja,previo
puentecito de caño
de hormigon...a diestra y siniestra sendos zocalos hechos de
ladrillo
revocado,futuros palcos para contemplar el atardecer
pampeano.
A la izquierda,ya dentro del predio,la iglesia o
capilla,cuadrada y
seria,con su torre y su bonete piramidal.
Nos hicieron pasar al comedor,centro vital de todo ese
establecimiento; aún no habian servido el desayuno; el
comedor tenia
seis mesas largas con sus respectivos bancos a lo largo,en
los cuales
tenian su lugar fijado los alumnos. Cinco por banco....diez
por mesa...
Al fondo un destartalado piano y una pared sobre la cual
estaban
pintados los escudos de armas de tres de los principales
reformadores
protestantes,que habia pintado quien por todos era nombrado
“maestro”...un alemán de unos 40 años,flaco,anguloso,segun
contaban,ex oficial de las malparidas huestes de Hitler,las
SS....
Bueno,como contaba,estabamos parados los tres en medio del
comedor, cuando entro un tropel de niños que
disciplinadamente se
alineó al frente,clavandonos los ojos a mi hermano y a
mi,vichando a
“los nuevos”, y el maestro dio comienzo a lo que seria la
ceremonia de
todas las mañanas por los siguientes años.
Se cantaba un pequeño coral,se leeia un pasaje de los
evangelios,y se
rezaba una oracion.
Todo a toda maquina..cada fase anunciada por el maestro con
una
especie de ladrido...semejante a los que se usaban en los
campos de
concentracion.....un ladrido seco,imperioso,que no daba
lugar a
ninguna objecion,ni interrupcion,todo lo contrario a lo que
deberia
haber sido una demostracion de afecto hacia ese monton de
niños que
venian de hogares desarmados ,algunos huyendo de la
posguerra en
Europa....
Luego de la ceremonia, fuimos presentados a los nuevos
compañeros,nos asignaron nuestro lugar en las mesas,ambos en
mesas
distintas...segun la edad.
Desayuno...mate cocido con leche y tres rodajas de pan
frances con
miel (solo miel,sin manteca,mi primera pérdida...)
siempre... todas las
mañanas.
No me acuerdo de como siguio transcurriendo el resto del
dia,solo
recuerdo de que despues del almuerzo (milanesas con ensalada
de
papas,todos los domingos ) se anunció de que ibamos a ir al
cine,esto
empezaba bien.
Nos despedimos de mamá,que se quedó sola con su pañuelito
apretado
en el puño, en medio de ese antepatio de tierra apisonada
por carro,
auto y zapato, y nos integramos a esa doble fila de niños,
de mayor a
menor y por grados; la que habia de ser por los proximos
años nuestra
columna de marcha, a paso forzado,a la escuela,al pueblo,al
cine,al
rio...
Pasaron la pelicula “7 novias para 7 hermanos”; en un cine
muy
antiguo ya para esa epoca, el cine Colón,en donde los chicos
del asilo
teniamos a nuestra disposicion el palco superior,ademas de
entrada
gratis;en realidad,un privilegio del que años despues tomé
conciencia.
Cuanta solidaridad y comprension habia por parte de muchas
gentes
en Baradero hacia los “alemancitos del asilo”; nos donaban
el pan,la
carne,la fabrica de Maizena sus productos,el peluquero,Don
Vega,venia una vez al mes y nos pasaba la maquinita...”como
te corto
muchacho?”...y creo que ni cobraba , o si cobraba,muy poco.
Era un mundo con dos polos el mio,o el nuestro; por un lado
el asilo
,con su ambiente y caracteristicas evangelico- teutonas, por
el otro el
pueblo de Baradero, con su ambiente bonaerense y bien
criollo.
Una dicotomia que es dificil de llevar,al menos para una
propia
ubicacion cultural,dado de que alternabamos ambos
diariamente.
Una buena parte de los descendientes de gringos siempre
estamos a la
busqueda de una identidad,buscando una identificacion con el
medio
ambiente,con el pueblo acrisolado en 500 años de colonia y
patria
nueva; al menos en una fase en la cual los italianos ya no
eran mas
gringos y los españoles la raiz de la sociedad argentina.Los
gringos
eran entonces los inmigrantes de la Europa anglosajona,la de
los
judios de Polonia,de Ucrania,del Baltico.
En los ultimos 100 años llegaron estos,nuestros padres y
abuelos,desplazados por las guerras,la desocupación y el
hambre de
sus patrias,con la ilusion de una vida mejor o porque no
tuvieron otro
horizonte,portando en sus baúles de ultramar las pocas
pertenencias y
los muchos recuerdos que habrian de guardar celosamente
,junto con
sus costumbres y tradiciones.
Reacios a mezclarse con los criollos, encubiertos racistas,
separatistas,clasistas.
Pienso de que fue la generacion de mis padres y mas luego la
mia,la
que salio al encuentro de los otros,frecuentando las
escuelas
publicas,los colegios,las universidades,los bailes del
40,las
guitarreadas del 60. Un salir al encuentro que no era
premeditado,era
porque se daba,porque ademas era rebeldia hacia las raices
de los
padres y su eterna nostalgia,de su castellano cocoliche....
Pero bien, en mi caso, me puso el destino en el entorno de
ese
Baradero-pueblo,con su estacion de ferrocarril,su plaza con
la
iglesia,en la cual se celebraban (y se celebrarán aún)los
solemnes
tedeums en las fiestas patrias,con su adorada calle Julian
O´Roarke,bordeada de una arboleda gigante de tipas y
jacarandaes;
adorada porque alli estaba la casa de mi callado y sufriente
amor
primero......ella ni la hora me daba ,en los recreos pasaba
a mi lado
con su guardapolvo impecablemente almidonado y
crujiente,como si
yo fuera un caño mas de los que bordeaban la
galeria......era verla y
derretirme...
Ay de mi, niño asomado a la pubertad..que no sabia nada “de
esas
cosas”que solo sufria por una niña, sin saber bien
porqué....
Recuerdo de que en una fiesta patria,me tocó ser el que
llevaba la
bandera de la cruz roja, la nacional la llevaba el primer
alumno de
sexto,ella era escolta de esa bandera....yo radiante por
estar en su
cercania....ese tedeum en el cual los abanderados estaban al
frente,el
fervoroso cantar de los fieles; nos cruzamos una mirada...la
mia de
sufriente enamorado,la de ella como diciendo :”que miras?,
que te
pasa?”.
Si,un dia pleno de emocion....pese a todo. Era la misma y
miles de
veces repetida situacion que relataba Abel Santa
Cruz....ella era
Etelvina Baldasarre,y yo ..Cirilo Tamayo; ambos
declasados,él por
moreno,yo por alemancito medio desamparado.....
Y aqui quiero contar de mi querida escuelita N°7.....una
construccion
de una planta de antes de principios de siglo.
Las aulas estaban distribuidas en forma de U, al fondo un
paredon (y
despues..).En el medio un patio desnivelado de ladrillos,en
el cual se
erguian frondosos árboles añosos,poblados de
pajaros,zorzales,gorriones,bichofeos..los baños al fondo,al
frente de la
direccion el mastil con al bandera izada todas las mañanas
al son de
“Aurora”...ver ese paño celeste y blanco flotar al viento me
daba,nos
daba la hermosa sensacion de patria,de comunion,de unidad,en
el
amplio sentido de la palabra; sin caer en
patrioterismo,pienso de que
es una forma de aparear al pueblo,a sus hombres,sus
mujeres,sus
niños.Nacionalismo no,pero patria,identidad nacional,si.
Años mas tarde quise reencontrarme con la escuelita de mis
recuerdos,pero solo quedaba su recuerdo,habia cedido al paso
del
“progreso”.
O sea de que los pibes del asilo asistiamos diariamente a
clase a esa
tipica escuela de provincia.
Cuando iba a mi primer escuela,un internado aleman,en Villa
Ballester,iba con un cierto “dolor de barriga”..no por las
maestras
regulares,alguna de las cuales recuerdo con cariño,no..era
por las
maestras de la hora de alemán,que se dictaba una vez
finalizada la
clase de castellano.
Las maestras de aleman se me asemejaban a brujas,lisa y
llanamente
brujas,con una excepcion.
Pero a esta escuelita N°7 yo iba con alegria,me sentia
bien,me sentia
uno mas de ese grupo infantil de diferentes origenes y
condicion
social. Creo de que los de mas alto nivel social eran
quienes tenian
cada dia un guardapolvito blanquisimo y almidonado....
Nosotros llegabamos al viernes con un guardapolvo gris y
“amarronado” por el polvo de la marcha y por el propio
descuido de
los varones beligerantes. Pero conviviamos sin
rivalidades,era lo
hermoso.
Me “tocó” un quinto grado con una maestra de lujo,la señora
Deleglise; fué en esos meses mi punto de apoyo y de
orientacion.Grande,hermosa,estaria en sus cuarenta diria yo;
llevaba
en su persona la vocacion de maestra y el cariño de madre; a
veces me
apretaba fuerte contra su panza para darme el calor que ella
sabia que
a nosotros,los pibes del asilo nos faltaba, y yo ligaba mas
“franela”
porque era el mas chiquito en estatura y edad,dado de que
habia
compañeros que ya rondaban los 16 años,los cuales tenian mas
necesidad de “otras ternuras”..
Pero ella sabia manejar todas las situaciones a veces
engorrosas que
engendraban los mayorcitos,con su desparpajo y naturalidad
asombrosas.
En sexto grado,otra maestra de lujo,que ademas de joven era
lindisima,pelirroja,espigada...se decia que tenia un novio.
Esteban,mi compañero desde el vamos y hasta hoy,se enamoró
perdidamente de ella,hasta le escribio una cartita de
amor....un
caradura,pero un un tierno soñador.
Recuerdo las tardecitas en que que ibamos los alumnos a su
casa para
ensayar acompañados de su piano el aria de Schubert para el
dia de la
madre....que maestra hermosa y dedicada..!
Los pupitres raidos,el piso de tablones,el cielorraso
descascarado,el
pizarrón ajado...todo lo que a los mayores les da
rechazo,señal de
descuido y de pobreza y digno de mejorar,eran para mi algo
que
definiria como un resguardo,taller de mis sueños,aula magna
de mi
niñez.
Y me pregunto, lo habré sentido asi?..o es el recuerdo y la
nostalgia
quienes me estan influenciando...sera una mezcla de ambos.
Volviendo al asilo..dormiamos los 40 chicos en una larga
sala con
camas de hierro,al igual que la de los hospitales,4 filas de
a 10 camas
pintadas de blanco.Entre cama y cama,un banquito de madera a
remedo de mesita de luz,sobre la cual habia que colocar,perfectamente
doblada , la ropa de diario al acostarse. Un orden de
cuartel prusiano
era el impuesto en ese establecimiento.
Por las mañanas, si uno ya estaba despierto,podia oir el
triple cliqueo
de las llaves de luz y seguidamente un “buen dia”,en
aleman,que mas
se parecia a un chumbazo,seguido de la orden de levantarse.
Cabe
mencionar de que habia en esos años,chicos de 6 a 17 años,si
a estos
ultimos aún se los puede llamar asi...
Al negligente que se le ocurrio meter a toda esa gama de
edades en un
dormitorio común,me gustaria pedirle explicaciones, porque
en ese
dormitorio se despidieron muchos niños de la inocencia
propia de su
edad.
Bueno, a la orden de levantarse hasta el momento de pararse
frente a
la cama de hierro, la cama hecha,vestido y aseado, habia
,creo 15
minutos de tiempo. El que no estaba listo,era castigado con
algun
laburito extra.
Habia chicos,de diversas edades,recuerdo a uno que tenia
16,que se
orinaban por la noche....ellos tenian una tela de goma
debajo de la
sabana , que por las mañanas tenian que lavar junto con la
sabana,en
los lavabos,con agua fria y jabon. A nadie de los responsables
se le
ocurrió de que esos niños podian necesitar alguna ayuda
medica o
psicologica,en vez de ser todas las mañanas el hazmerreir de
todos,porque los compañeros tambien solian ser crueles.
Del dormitorio se pasaba al comedor,donde ya el servicio de
mesa
habia colocado las tazas de enlozado para el mate
cocido,cortado e
untado con miel tres rodajas de pan frances. Habia varios
“servicios”
que eran reclutados entre los mas eficientes para este tipo
de tareas,el
mas bravo era el nombrado servicio de mesa,que tenia el
mismo
tiempo para levantarse y preparar el desyuno para cuarenta
,que los
otros tenian para levantarse y vestirse. Ademas, al
finalizar la
escuela,tenia que salir corriendo,sin pausa,para sacarle la
ventaja
necesaria al pelotón,para que cuando este entrase al
comedor,esté
colocada la mesa para el almuerzo. Me toco durante 2 meses
este
“honor”; lo mas bravo era la maratón de 1,5 Km de la escuela
al asilo.
Se almorzaba...el menú era cada dia distinto...pero de una
secuencia
matadora...
Los lunes fideos con tuco
Los martes papas cocidas con carne cocida
Los miercoles arroz con carne
Los jueves batatas con peceto
Los viernes no me acuerdo...
Los sabados “sopa sola” (puchero aleman)
Los domingos milanesas con ensalada de papas
Y todo esto se volvia a repetir por los siglos de los
siglos....
Ahh ..de entrada siempre una sopa..y de postre una naranja..
Finalizado el almuerzo,cada niño tenia una tarea de
limpieza,solo o en
grupos...
Limpiar los baños,barrer el dormitorio,pasarle el trapo de
piso a los
pisos de mosaicos, trabajar en la costureria,en donde se
lavaba,tendia
y planchaba la ropa,barrer las galerias,un trabajo destinado
a los que
“no servian pa nada”. La costureria estaba a cargo de una
viejecita
alemana muy bondadosa que sabia dar calor de hogar a esa
piecita
aseada,y la que ademas de vez en cuando nos apretaba
fuerte,para
darnos la caricia que ella sabia nos faltaba. Tener servicio
con ella era
lo mas codiciado. Mencionando a ella,se me ocurre que podria
“presentar” a los demas mayores que tenian una funcion en el
asilo.
Ademas del “maestro”,habia un director ,un barón ruso
exilado y su
esposa.Cumplia las funciones administrativas y
representativas.Era
una persona rara; queria ganarse el cariño de los
chicos,pero su
castellano burdo y su a veces ingenuo proceder,era blanco de
nuestras
burlas. Como propios de su personalidad,recuerdolo con su
perro
galgo afgano, fumando en boquilla,de saco y corbata,un
escritorio
plagado de libros y una balalaika colgada de la pared.No tenian
hijos.
Un matrimonio de Austriacos con sus tres hijos,ella era la
cocinera,él
algo asi como un capataz encargado.
Ella era una buena señora,pero siempre gozó de mi antipatia
por sus
menús repetitivos...pobre,si no tenia con que hacer algo
mejor o mas
variado!
El era un negrero,nos hacia trabajar a sol y a sombra,amén
de las
cachetadas y retos que nos pegaba,un tiroles petiso y
cabrero que se la
habia agarrado conmigo,seria por mi sonrisita socarrona
cuando
hablaba....me latia el corazon con miedo cuando oia su tos
seca de
fumador doblando la proxima esquina de la galeria.....
Hablaba asi: un dia hizo de referi en uno de los tantos
partidos que se
armaban los domingos....la pelota salio de la cancha por un
tremendo
pelotazo que ni dio tiempo de ver a donde iba, pero él gritó
:
“ yu lu ví,yu lu ví, pilota si foi latras inglesia”..(detras
de la iglesia)
Trabajar en su grupo era un castigo, aunque debo reconocer
de que
aprendiamos algo de las habilidades de un carpintero,de un
albañil,de
un carnicero....
Por ejemplo de carnicero,... al fondo del terreno habia un
chiquero,con
enormes chanchos,los cuales eran criados con los deshechos
de la
cocina. Una vez al año se carneaba uno de esos colosos de
unos 250
kilos; gran alboroto en toda la casa...
El chancho era volteado de un mazazo y una vez tumbado en el
suelo,se lo acuchillaba, brotando un grueso manantial de
sangre de la
herida que habia que atajar en una palanganita llena de sal
gruesa e ir
batiendo con un tenedor al mismo tiempo que se desangraba
chillando
fuerte y agudamente.
Describo asi de detenidamente esto,porque me tocó hacerlo a
mi ,en la
primera carneada que me tocó presenciar...
“A que no te atreves?”......”sí que me atrevo”......no me
quedaba otra!
Todavia lo veo nitidamente,la palangana enlozada blanca,la
sangre
roja burbujeante..el chancho chillando su muerte en mis
oidos.....
Pero lo hice...y fui el héroe del dia.
Otro personaje,el mas querido era Pascual,el quintero,un
tanito
solteron,de unos 60 años,jorobadito de andar agachado en las
quintas.
Siempre de camisa ,bombachas y faja negra y olor a “Untisal”
Era el encargado de la quinta y los animales;nos queria
mucho a los
pibes,trataba de darnos un poco de ternura a su manera....
El rito era la “raspada”...nos agarraba de prepo y nos
pasaba su
menton de barba pinchuda de tres dias por la mejilla...
Lo escucho hoy todavia...."Alberto,veni que te
raspo...jajaaa”.
Un pan de dios...a los mas grandes nos dejaba compartir a
hurtadillas
su misero bulín y nos convidaba con un sorbo de grappa.
El otro personaje era Schorsch (Jorge),un ex marinero aleman
que
apenas decia palabra y era el encargado de cuidar las
gallinas,que eran
muchas.Era de gran estatura,de unos 70 años calculo,un gran
bigote
blanco a lo Bismarck,mascaba tabaco,el cual dejaba para
secar sobre
determinados postes,cuando se cansaba de darle a las
mandibulas...
Tenia su ranchito en medio del gallinero,él y las gallinas
dentro de un
gallinero cercado de alambre tejido.
Los domingos se iba al pueblo y volvia mamado,ahi era
conveniente
esquivarlo.Una vez, a la vuelta de una de sus topadas con el
alcohol,no podia embocar la llave en la puerta de su
rancho,asi que
agarró un hacha que estaba a mano y bajó la puerta a
hachazos ,entro y
durmio su mona como si tal cosa.
Otro personaje querido era la señorita Muller,una maestra
retirada que
venia todas las tardes en su Ford T,a ayudarnos a hacer los
deberes...
Tambien solterona ella,descendiente de colonos suizos.Era
algo
gordita,de busto grande y armado,seria pero bondadosa.Vivia
en el
pueblo, en una antigua casa de la calle Fray Justo Santa
Maria de Oro,
con un hermoso jardin demarcado por una tapia añosa;fue en
ese
jardin donde recuerdo haber visto el primer colibrí de mi
vida.
Como llevabamos el mismo apellido,era me llamaba “mi
tocayo”,con
gran orgullo,porque era maestra de alma,y yo un alumno
aplicado.
Cuando termine sexto grado,ella misma me llevó en su Ford a
inscribirme en la escuela industrial de Baradero.Recuerdo de
que
entramos a la direccion,pidio por el director y le dijo
“aqui le traigo a
mi tocayito,cuidemelo”. Con los vagos era muy severa,pero
mas con
los que cometian alguna falta de orden moral (alcahuetear
,por
ejemplo);lo tomaba al acusado del mentón con una mano férrea
y le
obligaba a mirarle a los ojos y confesar “su fechoria”.Los
deberes los
haciamos despues del trabajo de limpieza,entre 14 y 17 hs.
Despues se tomaba “la leche”,mate cocido con leche y las
mentadas
rodajas de pan casero untadas con miel.
Luego se continuaba el trabajo diario en la quinta o en
diferentes obras
que estaban en trabajo,como hacer un portón,mejorar los
alambrados,trabajar en la quinta con Pascual,blanquear
piezas,pintar
puertas y ventanas,etc...
A las 18:00 se terminaba de trabajar,cuando ya se caia la
tarde,teniamos una hora para jugar,lo que siempre terminaba
en un
picadito en la cancha, o guerra de pandillas,en las cuales
siempre
habia “heridos”,como ser tajos o palazos que dejaban
coloridos
moretones.A veces,tambien era la “epoca de los ranchos”.....
Construiamos ranchitos de adobe ,todo un villerio,en los
cuales nos
recluiamos a leer revistas,fumar palitos de zarzaparrilla,o
simplemente
estar “en casita”...una sensacion que echabamos de
menos,muchos
solo buscandola instintivamente,porque nunca la habian
tenido....
Y llegaba noviembre,fin de clases,lo dias se tornaban mas
placidos,se
limpiaba el tanque australiano que teniamos por piscina,se
lo llenaba
de agua fresca,tomada por el molino de viento...ahhh...el
molino!...estaba al lado del dormitorio;cuando por las
noches habiase
dejado su freno libre y se levantaba un vientito (viento que
va,no el
que vuelve...)el molino comenzaba a bombear agua que caia
estrepitosamente en el enorme tanque de chapa que tenia a
mitad de
altura.Entonces me despertaba con ese arrullo de maquina
noble,que al
mismo tiempo me daba una sensacion de estar lejos,lejos de
todo,solo
en una catrera de fierro,tapado con manta de milico......
Tambien acongojaba el nocturno aullar de las locomotoras
diesel,cortando la noche por su camino de riel;yo los
experimento
como rugidos trascendentales,que anuncian un momento de
cambio,un momento clave en la vida,como la sirena de un
transatlantico al partir de Puerto Nuevo,o el aullar de las
turbinas al
partir desde Ezeiza..o hacia Ezeiza.....alejandonos de lo
querido..o
anunciandolo.....siempre traen lagrimones...ya sea de
alegria o de
tristeza.
Despues de terminar la primaria,los internados en el asilo
tenian que
“hacer su valijita”, o sea, despedirse del asilo y meterse
en la
vida,como sea o en lo que sea..eso si...nadie quedaba en la
calle..solo
que a veces se le conseguia un trabajo en una confiteria , o
en una
empresa como aprendiz..o lo que se daba.
Algunos se metian de marineros o pinches en un barco para
regresar al
pais de sus padres o abuelos..tal el caso de mi querido
compañerito
Carlos....”chupita”..que despues de viajar los mares del
mundo
terminó como croto aqui en Alemania..aplastado por un coche
en una
autopista.
Otros aparentemente hicieron su vida dentro de los cauces
“normales”...convirtiendose en
empresarios,artesanos,profesionales.
Como para mi no habia nada en vista y dada la tutoria de mi
señorita
tocaya,me anotaron en la escuela industrial para un
principio.
Escuela Industrial de Baradero...cuantos recuerdos....
Otra escuelita para aprender y para recordar....profesores
que eran
arquetipos,gente de pueblo con cultura y horizonte
amplio,con
tradiciones que daban firmeza,con vocacion de maestros.
Estaba corriendo la epoca del gobierno de Frondizi,una
esperanza de
patria con futuro estaba en las gentes,despues de las
torpezas de la
llamada Revolucion Libertadora.
Los recuerdo a todos,pero nombraré a unos pocos,porque
romperia el
marco de este capitulo.
El “tata” Salaberry,profe de Matematicas....tenia el porte
de lo que yo
considero el caudillo bonaerense,para mi..
Sus clases eran magistrales....claras,concisas...claro,para
una gran
parte de los alumnos,un tema odiado.
Pero cuando el tata daba clase,ni las moscas se
movian...imponia
respeto sin castigar,sin amenazar..nada..el entraba y la
clase
comenzaba.Yo lo admiraba
Despues el director..Pierini..que daba clases de fisica y
dibujo tecnico.
Todo un personaje.Su medio de transporte era una antigua
bicicleta
negra,alta,demasiado alta para sus piernitas
cortas...pedaleaba erguido
como vigia de fortin...
Era implacable,pero se notaba su afan por instruir a los
muchachos,por
darles un oficio,un puente a la profesion....siempre
repetia,saboreando
las palabras..: “si no estudian..el pico y la pala”....lo
que nos hacia
retorcer de la risa cuando lo imitabamos....pero era
implacable con los
malos alumnos,fuese porque no quisiesen o porque no
podian,como el
caso del pobre Udrizard..le llamabamos “Paturro”..porque era
algo
despatarrado y ademas indefenso a los ataques de Pierini....
Un dia,repartiendo las laminas de dibujo que habia
corregido,anunciando a fuerte voz la calificacion
dada...llego el turno
de la de Paturro...la miró...silencio apenas contenido por
la risa que
nos daba...tenia manchitas de grasa...”donde hizo este
trabajo?...en la
mesha de la coshina?
Comiendo una milanesha?......UNOOOOOO!!!!!!!.”.....y el
pobre
tenia que pasar al frente a retirar su malparido
trabajo...pobre
Paturro!!!!
Otro muy querido por todos era “Pico” Garibaldi...profe de
historia y
geografia,siempre vestido como un gentleman,con su nariz
afilada que
le habia dado el apodo,tenia la facultad de tornar la clase
en un ameno
dialogo con los alumnos,siempre mechado con algun comentario
de
tono subidito,lo que lo hacia muy simpatico ante todos.Tenia
ademas
una joyeria situada frente a la plaza...una persona que
derramaba
bonhomia y humanismo. Tabanelli...el jefe de taller...otro
profe con
porte de caudillo y autoridad .
Entre las clases teoricas de la mañana y las de taller de la
tarde,habia
para mi una caminata de unos 5 km entre ida y vuelta,que yo
hacia sin
grandes dificultades,ademas,porque podia recorrer a gusto
las
callecitas arboladas y soleadas del pueblo,sus naranjos en
flor,sus
casonas con ladrillos de adobe,el aroma de la panaderia,el
cantito de
Estela Raval en el aire y vibrando en mi....”Juliaa-aa”...
O los Panchos con “la Barca”....
Podia pasar como quien no quiere la cosa frente a la reja de
mi amor
inalcanzable .....pero con el corazon latiendo a lo loco....
Agarrar el camino de tierra rumbo al asilo,comer la porcion
que me
habian asignado,lavarme y volver a la escuela para las
clases de taller.
Terminé mi estadia en Baradero al finalizar ese 1959,para
volver a
Buenos Aires con nuestra madre...otra vez Ballester,pero ya
estaba
transformado,no era el de antes, yo habia dejado de ser
niño.
lunes, 31 de julio de 2017
miércoles, 26 de julio de 2017
martes, 25 de julio de 2017
jueves, 29 de junio de 2017
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